Citas Anarquistas
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Lista de autores
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Emile Armand

Emile Armand - Pionero del anarquismo individualista

Emile Armand nació el 26 de marzo de 1872 en Francia. Fue una figura prominente en la propagación del anarquismo individualista en el siglo XX y trabajó incansablemente para promover la filosofía en Francia y más allá. Escritor prolífico, Armand escribió ensayos y folletos, abogando por la libertad personal, el rechazo a las normas sociales y la oposición a la autoridad del estado.

Falleció el 19 de febrero de 1962, dejando un legado de vasta influencia. Armand desafió las normas sociales existentes y propuso un nuevo camino basado en la autonomía personal y la libertad individual. Sus ideas y escritos fueron fundamentales para el desarrollo del movimiento anarquista individualista. A pesar de enfrentar la ira de las autoridades y la oposición de otros teóricos sociales, sus pensamientos continúan contribuyendo al anarquismo y la revolución social.


Fecha de nacimiento: 26 de marzo de 1872

Fecha de Décès: 19 de febrero 1962

País de origen: Francia

Idéologías políticas: Anarquismo Individualista

Citas Disponibles: 13



Citas de Emile Armand

[Nuestro tipo de individualista] tampoco desea tener nada en común con esos nietzcheanos de sillón o Stirneristas de fin de semana que imaginan, pobres desgraciados, que están "afirmando su individualidad" mediante una pequeña deshonestidad en cuestiones de dinero, o imponiendo la presión sobre el compañero de un amigo en prisión.
Todos los explotados, legales o ilegales, cooperan en el estado de dominación.
El anarquista individualista nunca es responsable ante nadie más que de sí mismo por sus actos y gestos.
Cuando se habla de “asociación voluntaria”, adhesión voluntaria a un plan, a un proyecto, a una determinada acción, se implica la posibilidad de rechazar la asociación, adhesión o acción.
Una vez que el individuo posee sus propias herramientas y su producto, el capitalismo deja de existir.
Los anarquistas individualistas no se presentan como proletarios, absortos sólo en la búsqueda de una mejora material, atados a una clase decidida a transformar el mundo y sustituir la sociedad actual por una nueva.
En la anarquía hay tantas "morales" como anarquistas, tomados individualmente, o grupos o asociaciones de anarquistas. Por tanto, en la anarquía uno es amoral.
La obra del anarquista es ante todo una obra de crítica. El anarquista va sembrando la rebelión contra aquello que oprime, obstruye, se opone a la libre expansión del ser individual.
Los anarquistas no quieren ser amos ni tampoco ser sirvientes; no quieren ejercer la violencia ni someterse a ella. Exponen, proponen, pero no imponen.
Estoy absolutamente convencido de que sólo una pequeña minoría, una minoría muy pequeña, entre los hombres, está seriamente alcanzada y profundamente conmovida por nuestra propaganda de crítica, de duda, de rebelión, de investigación libre, de investigación independiente. Por otra parte, está claro que nuestro primer interés es siempre buscar aumentar esta minoría; para mantenerlo, bajo todas las circunstancias, vivo, activo, renovado. Nuestra propia felicidad depende de ello.
Hay un conflicto entre las concepciones estáticas y dinámicas del anarquismo, entre quienes quieren gregarizar y estabilizar el anarquismo y quienes quieren que el espíritu revolucionario e individualista permanezca y hierva permanentemente dentro del anarquismo.
Somos apolíticos y no participamos en disputas partidistas. En todos los ámbitos estamos a favor de lo voluntario frente a lo obligatorio; por consentimiento contra imposición; por motivo contra la violencia; para un examen gratuito contra el dogmatismo.
Las críticas anarquistas individualistas para liberarse a sí mismas y a los demás.